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ESPIRITUALIDAD

Espiritualidad

La vida es expansión, crecimiento, apertura, es la alegría, es despertar, pero también es algo misterioso, la vida en la espiritualidad nos lleva a sentir y a saber de la existencia de Dios, más allá de plantearnos si existe o no. Cuando te encontrás en el plano óptico de tu espiritualidad, la percepción de las ideas que nos vienen desde afuera nos llegan sin prejuicios ni condiciones, esto nos ayuda a regar de forma ideal el sendero del encuentro y favorece la comunicación con los demás, desde esta perspectiva cada encuentro con otra persona y cada momento de mi vida es una experiencia irrepetible, ya que día a día aprendo a vivirlo como un todo.

Cuando llegas a sentir una conexión con vos mismo, el amor adquiere quizás por primera un valor sagrado, sentimiento que te da alegrías, regocijo y le da el significado a la existencia de alguien y al amor propio; en este sentido el amor espiritual lo descubro cuando me encuentro frente a alguien reconociendo su alma la cual me complementa, me expande, dejando salir lo mejor de mí.

EL AMOR ESPIRITUAL PRETENDE SER UN NUTRIENTE ESENCIAL DISEÑADO PARA SOSTENER EL ALMA.

En mi camino espiritual sincronizo mi ser interior y mi ser superior “DIOS”, en ese momento donde todo fluye y logra traernos los mensajes, aprendizajes y recursos necesarios, aceptando que hay una Sabiduría Suprema y amor total, que nos llevara a una evolución positiva en cada una de nuestras acciones. En el plano espiritual practicar la meditación y la oración son ejes fundamentales para la vida plena.

A lo largo de mis días, la meditación me ha dado el poder de elegir espacios y llevar mi proceso, donde me he dado cuenta de lo que realmente hay en mi interior y así estar consciente de lo que pasa a mí alrededor. El primer paso de la meditación es la observación, desarrollar una mirada honesta, pura y sin prejuicios, dirigida hacia el interior y a partir de ahí vincularte en armonía con vos mismo y con el todo.

En la meditación hay que dejar de controlar la zona intermedia entre afuera y adentro, tenemos que enfocarnos profundamente en el interior para poder encontrar y establecer con serenidad la mejor relación con uno y el momento presente. La meditación inicia con un trípode imprescindible: conciencia, constancia y paciencia.

La oración es una actividad espiritual no una actividad intelectual, la oración no consiste en pensar mucho si no en amar mucho, podría definirse como un tren cargado de amor que hace escala en Dios y como parada final el prójimo. “El camino espiritual es una ruta diseñada para conducirnos a nuestra esencia.”

Jorge Rocha