LA ACTITUD: VASO MEDIO VACIO O MEDIO LLENO

La respuesta puede ser porque hemos estado en una zona de confort, que no nos permite buscar alternativas, no nos permite pensar en analizar nuevas opciones, nuevos negocios, nuevas oportunidades.

Sin garantizar el éxito en un nuevo proyecto, la emoción de emprender un nuevo viaje, una nueva experiencia o un nuevo servicio, se puede convertir en el motor que necesitamos. Y nuestro reto es y será precisamente el estar reinventándonos, en estar en un proceso de mejora aún cuando todo marche sensacionalmente, es decir, no hay que esperar a que el panorama sea difícil para pensar en el futuro.  El ejemplo de visitar al médico a un chequeo médico cuando estamos o nos sentimos bien de salud en comparación con ir cuando estamos enfermos, es el reflejo que podemos actuar antes de, o sea de ser proactivos.

Sin embargo, también hay personas que reaccionan muy bien ante la presión y la crisis, así que ante cualquier panorama, el mensajes es que podemos avanzar y crecer.

Muchas buenas ideas se quedan en eso: en un pensamiento y no llegan a concretarse.  El miedo a arriesgar, al que dirán los demás si ese proyecto fracasa y a no confiar en nosotros mismos, son sin duda las principales barreras para pasar de la palabra a la acción.

Lo importante del tema, es que existen algunas herramientas que nos pueden ayudar en este proceso, como por ejemplo: ponerle un nombre a nuestro proyecto, definir cual es su objetivo principal, hacer una lista de los requerimientos que debemos de hacer para que nuestro proyecto arranque, definir que elementos y recursos son necesarios, poner una fecha en la que vamos a salir al mercado con nuestro producto o servicio. Otro tema a considerar es cuanto capital económico vamos a necesitar, esto con el fin de determinar si contamos con todo el dinero o una parte y si requerimos de opciones de financiamiento, esto nos lleva a hacer una lista de los lugares a los que vamos a ir a tocar puerta.

La parte económica siempre va a ser importante, pero no es la mas importante.  Lo más importante es la actitud y el convencimiento personal que vamos a tener en nuestra idea.  Si realmente estamos convencidos y nos volcamos de lleno en eso que queremos lograr, se superarán los obstáculos y se buscarán alternativas.  Nuestro principal enemigo muchas veces está en nosotros mismos.  Es por eso que debemos de aprovechar las emociones negativas como el miedo, el pesimismo y la ansiedad como palancas para crecer y confiar en nosotros mismos.  Nos vamos a alejar de esos pensamientos negativos, buscando pensamientos positivos y motivadores.

Otro dilema a considerar es si vamos a trabajar solos o buscar una compañía, un socio.  Tal vez no tengamos toda la experiencia o conocimiento. En ocasiones hasta tiempo. Es por eso que valorar la opción de trabajar con más personas puede ser una alternativa. No debemos de cerrarnos a querer hacer todo nosotros mismos. Pero en fin, será una decisión que debemos de tomar.

Los procesos de coaching son un buen aliado que nos pueden ayudar a definir nuestro norte, que queremos alcanzar y como lo vamos a hacer, así que también es una herramienta en la que podemos apoyarnos para dar el siguiente paso. Un coach no te va a decir que tienes que hacer y mucho menos como lo tienes que hacer, es más bien un compañero que te va a escuchar y te va a guiar para que seas tu mismo quien hagas ese trabajo, así que en buena hora porque quizás este sea tu momento.

Que hoy sea el comienzo de eso que deseas alcanzar.