TOLERANCIA, VIRTUD FUNDAMENTAL DE UN LIDERAZGO POSITIVO

Tolerancia, virtud fundamental de un liderazgo positivo

Decía el prestigioso periodista estadounidense Walter Lippman “donde todos piensan igual, nadie piensa mucho”. La evolución de la humanidad ha estado estrechamente vinculada a la evolución del pensamiento y la diversidad de ideas, entendida esta como una condición natural, pero también necesaria para el desarrollo de cualquier país, sociedad, organización y equipo.

La diversidad de pensamiento e ideas requiere de un valor fundamental: la tolerancia. Es decir, la capacidad de reconocer y aceptar aquellas formas de ver y entender la realidad distintas a la propia. Recordemos que no existe una realidad única, lo que existen son múltiples realidades…tantas como seres humanos existen en el planeta, algunas más coincidentes entre sí que otras. Cada persona interpreta la realidad a partir de sus valores, principios, creencias, experiencias de vida, relaciones interpersonales, nivel de educación y condiciones objetivas (materiales); entre otras variables. En síntesis, la realidad es una construcción social.

"CUANDO ENTIENDES QUE HAY OTRAS FORMAS DE VER LAS COSAS, ENTENDERÁS EL SIGNIFICADO DE LA PALABRA TOLERANCIA" Dalai Lama

Ninguna de “esas realidades” es en sí misma buena o mala, correcta o incorrecta; simplemente es distinta, diferente. La labor de un líder consiste, por tanto, en saber respetar cada una de ellas y armonizarlas de forma coherente en función de un bien común y superior en el cual todos se vean reflejados y con el que todos se sientan comprometidos. En consecuencia, resulta contrario y contraproducente para cualquier tipo de liderazgo los intentos por ignorar, anular, descalificar o atacar aquellas ideas o visiones de la realidad contrarías a la suya. Lo anterior tiende a generar temor, apatía, desmotivación, malestar y/o división en los demás.

Es por ello que un líder con sentido estratégico pone su atención no tanto en las coincidencias, sino en las discrepancias y se esfuerza al máximo para que estas se expresen con total confianza y libertad, pues este ejercicio le permite ampliar y enriquecer su perspectiva e incrementar la conciencia de responsabilidad colectiva a partir de la inclusión y el involucramiento de todos. La práctica de la tolerancia exige un nivel de madurez y autocontrol emocional adecuado para impedir que las posiciones contrarias sean interpretadas como ataques personales y desemboquen en el surgimiento de emociones como la ira y el rechazo. Por tanto, hay que saber separar las personas de las posiciones para no personalizar las discrepancias. Quien difiere de tu manera de pensar y de ver las cosas, no tiene porqué asumirse como un enemigo.

“LA RESPONSABILIDAD DE LA TOLERANCIA RECAE EN AQUELLOS QUE TIENEN UNA VISIÓN MÁS AMPLIA” George Eliot

En reiteradas ocasiones hemos afirmado que el liderazgo nace con la acción, una acción orientada a transformar positivamente su entorno y quienes lo componen. En ese sentido, una de las primeras y más importantes acciones en el ejercicio del liderazgo es promover una cultura de tolerancia a la diversidad en todas sus expresiones (pensamiento, ideologías, creencias, valores, principios, preferencias). Entiendo que es mucho más fácil escribirlo que hacerlo y que no basta sólo con el ejemplo personal del líder. Es preciso también crear los mecanismos y espacios adecuados para que las personas perciban que sus ideas y perspectivas no son ignoradas, censuradas, descalificadas o sujetas a reprimendas por el simple hecho de no coincidir con otras. Todo lo contrario, debe existir un esfuerzo expresamente dirigido a demostrar en todo momento el valor y respeto genuino a lo diferente. No hay una receta única de cómo hacerlo y corresponde a los lideres encontrar la manera que mejor se adapte a las condiciones particulares de su país, sociedad, organización o equipo.

Vale recordar que el éxito o fracaso de cualquier grupo humano es responsabilidad de todos sus miembros. Sin embargo, el rol del liderazgo es clave para, aún en medio de la diversidad y diferencias existentes, convertir la tolerancia en un valor esencial que permita la obtención de resultados positivos y sostenibles desde el respeto indispensable para lograr la cohesión, confianza, motivación colectiva, pero principalmente la viabilidad a largo plazo de cualquier proyecto político, social o empresarial.

La tolerancia es encontrarnos en nuestras diferencias” (Anónimo)

Carlos Arroyo Borgen

Director CLIP