CULTIVAR LA ALEGRÍA

Cultivar la alegría

La alegría es una emoción que facilita la adaptación y hace mucho más viable el tránsito de los seres humanos por los diferentes entornos que rodean su existencia. Es un sentimiento que invita a sonreír, indagar y explorar. Sentirse alegre genera expansión en la mente y sensación de bienestar personal, activando la risa y la necesidad de compartirla con otros.

Para manifestar esta emoción en el cuerpo intervienen músculos concretos que de forma automática se activan cuando se está contento. La alegría favorece el equilibrio entre mente, el cuerpo y espíritu y facilita la recuperación de los retos de la vida diaria. La alegría es una forma de vivir. Esto hace que personas, que poseen todo, en apariencia, sean infelices, mientras que otras son capaces de celebrar la vida, por muy adversas que sean sus circunstancias.

Todo es según el color del cristal con que se mira, se puede observar la vida como un lugar de infinitas posibilidades donde, incluso en los momentos más complejos, hay momentos para encontrar luz y la alegría, o se puede ser pesimista y pensar que todo y todos están en contra, incluso disponiendo de las capacidades y recursos para vencer la adversidad.

Como lo enunció el neurólogo y psiquiatra austriaco Viktor Emil Frankl, de cada persona depende "la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias".

La alegría se puede poner en práctica diariamente y como las otras emociones y  conductas humanas se puede cultivar, desarrollar y multiplicar. Lo único necesario es una buena aptitud y alimentar la mente con pensamiento positivo. A continuación detallamos una serie de pasos para activar la alegría y el entusiasmo en la vida diaria:

  • El ejercicio genera producción de endorfinas, que es la hormona de la felicidad, también ayuda a descargar el estrés y vaciar la mente de cargas negativas.
  • Rodéate de generadores de alegría. De acuerdo a lo planteado por  Jim Rohn, empresario estadounidense, autor y orador motivacional “eres la media de las cinco personas con las que pasas más tiempo”. Si las personas que frecuenta limitan la alegría, se debe dosificar esta compañía e incorporar otras positivas que trasmitan entusiasmo.
  • Apartar del lenguaje diario críticas y quejas, una persona que se queja continuamente se pone en evidencia. La protesta constante transforma al ser humano en una compañía pesada limitante de la alegría.
  • Olvida las visitas mentales al pasado para sufrir, cada vez que se lamenta lo que se pudo hacer y no se hizo, se produce una sensación de derrota que disminuye la autoestima. Dos preguntas que pueden cambiar este enfoque son: ¿qué harás? y ¿qué te hace feliz?.
  • Haz tu lista de satisfacción, pequeños placeres diarios como disfrutar la brisa, escuchar una canción favorita o reencontrar un lugar que es agradable visitar, pueden ser factores para desatar la alegría. Tomar conciencia de estos elementos que se disfrutan hace que se les asigne un lugar prioritario y no se pasen por alto.
  • Salir a espacios abiertos y luminosos, al mover el cuerpo se potencia el intelecto. El entusiasmo renueva su fuerza con el aire fresco, mientras que los espacios cerrados lo limitan. Caminar, solo o en compañía, ayuda generar la solución de problemas, disolver angustias y amplía el ancho de banda del pensamiento.
  • Aprende algo nuevo, salir de la rutina para incorporar novedades y descubrimientos a la existencia es una fuente de múltiples satisfacciones. Descubrir un autor, escuchar una música por primera vez, aprender idiomas, etc. Hace crecer el horizonte cotidiano y fortalece la sensación de actualización y renovación tan necesaria para el ser humano.
  • Pensamiento centrado en los objetivos, en el pasado vive lo que fue, en el ahora y el futuro reside lo que se quiere que pase, es el territorio de los sueños y las metas, por lo que es donde tenemos que ubicar el pensamiento para alimentar la mente con los retos posibles y la alegría de encontrar una vida con sentido.

Vivir con alegría es una decisión individual que permite superar los obstáculos con una actitud positiva y facilita la reconciliación personal (aceptarse y quererse). La alegría es una herramienta constante que permite darle valor a cosas sencillas, pequeños detalles cotidianos que son capaces de fortalecer la autoestima, la alegría es una decisión, no una condición.

Hildemaro Infante

Colaborador CLIP