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EL SENDERO DE LA RECUPERACIÓN

El sendero de la recuperación

En CLIP creemos firmemente que la actitud y el marco mental de referencia con que enfrentamos los desafíos que nos presenta la vida, incide de manera directa en el éxito de nuestros resultados. La confianza en las capacidades y recursos propios, es fundamental para inyectar el optimismo y la determinación necesaria en la consecución de nuestras metas.

Todo es posible cuando encontramos el balance adecuado en nuestra vida y trabajamos con determinación por un propósito. Es por eso que hoy, te queremos compartir esta auténtica historia de superación y desarrollo personal de nuestro colaborador Jorge Rocha, atleta nicaragüense de alto rendimiento y coordinador del proyecto “Sincronizando mente, cuerpo y espíritu”.

SINCRONIZANDO MENTE, CUERPO Y ESPÍRITU

“Hace 6 años, no hubiera soñado estar donde estoy hoy. Levantarme a las 4 am, 6 días a la semana, hacer dos tipos de deporte al día, dar clases sobre acondicionamiento físico y sobretodo lo más importante sentirme FELIZ.

Y es que hace 2,190 días resumidos en 6 años de mi vida, abrí la verdadera caja de pandora en mi vida, empecé a ver hacia dentro, me declare adicto y decidí levantarme del hoyo en el que me encontraba.
De los 13 a los 23 años, lleve mi cuerpo al límite del consumo y desorden, llevando mi vida en un camino de autodestrucción, siendo un caso perdido de adicción a las drogas y alcohol, corriéndomele a mis verdaderas emociones.

Cuando estaba en secundaria intente encontrarme en el alcohol y drogas, me salí literalmente de mi camino, durante varios años estuve en el lugar equivocado sin encontrarle propósito a mi vida y cada vez desconectándome más de mí mismo, hasta que el día llego, fue un 11 de julio del 2011 que toque fondo y llego el cambio, siendo un proceso largo, con obstáculos, recompensas, aciertos y desaciertos, situaciones que me llevaron a que hoy por hoy le dedique gran parte de mi día al deporte convirtiéndome en un tri-atleta, logre cambiarle la cara de la moneda y sin dudarlo me comprometí a llevar mi cuerpo y mente hacia el otro lado, ese lado donde ahora me siento pleno y feliz.

Entrenar, andar en bici, nadar o correr, no es solo algo que hago como un “hobbie”, es el ancla más fuerte que encontré para mantenerme libre del consumo, el estar en contacto con la naturaleza me acerca cada vez a estar más consciente de mí mismo, hoy el deporte en sí, es mi nuevo motor para mantenerme sano porque yo como adicto, lucho todos los días con mi condición.

En los últimos años, empecé a competir a nivel internacional, y siendo para mí un gran logro clasifique a un Mundial de triatlón de Montaña, siendo el primer nicaragüense en tener el honor de representar a nuestro país en un evento de este nivel, pero mucho más allá de la clasificación, lo que me motiva a seguir y darlo todo, es ver los resultados de la perseverancia y el esfuerzo. Para ser un tri-atleta se requiere de un gran esfuerzo más que físico es mental, mis días de entrenamientos oscilan entre 400 a 500 km semanales en bici, que equivale entre 12 a 14 horas semanales, 40 kilómetros corriendo y entre 6 y 8 km de natación; pero siempre tengo presente que la verdadera cuesta, no es física. Sé que mi cuerpo tiene la capacidad para seguir, pero en ocasiones mi mente y algunos pensamientos intentan sacarme del trayecto, todos los días batallo con esto sintiendo que mi cuerpo “no da más” después me reafirmo que soy capaz de llevar mi desempeño a niveles que no creía posible, me lleva a extender mis límites.

Esto es una demostración de que la mente es capaz de llevar al cuerpo al límite de la autodestrucción, pero también podemos llevarlo al límite del crecimiento personal. Hoy, entiendo la importancia de llevar una vida en balance entre mente, cuerpo y espíritu.”

Jorge Rocha