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FE, LUZ PARA LA ACCIÓN

Fe, luz para la acción

El apóstol Pablo señalo que “la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Alma dijo algo similar: “Si tienes fe, tienes esperanza en cosas que no se ven, y que son verdaderas” (Alma 32:21). La fe es una fuerza interior que mueve a la acción y a luchar por los sueños. El ser humano que busca una meta digna, hace un ejercicio diario de la fe, está comprobado que es real la necesidad de sentir esperanzas en algo que aún no podemos ver.

La palabra Fe tiene su origen en el latín fides, que puede entenderse como lealtad o como esperanza, es creer o confiar en una persona, religión o institución, sin que haya sido verificado por la experiencia personal, la razón o la ciencia. Muchos autores no distinguen entre fe como creencia y fe como confianza, proponen que la verdadera fe consiste en lo que se cree y en el compromiso individual con las personas que son merecedoras de confianza.

Las metas individuales tienen muchos matices diferentes y cambios frecuentes que se presentan a lo largo de la vida, la fe, ante esta circunstancia, es la que ordena de nuevo las piezas y da fuerzas seguir adelante, sin temor ni dudas porque permite continuar teniendo esperanzas generando convencimiento que se lograran los resultados esperados.

La fe es una creencia firme en que algo bueno va a ocurrir, o que nada malo pasará. Es una firme convicción que existe algo más, no material, que colabora y aporta aprendizaje.

Se puede lograr todo lo que se quiere siempre que se crea que se puede alcanzar y exista disposición para luchar y trabajar, sin importar lo que digan los demás. Cuando las metas son realistas y se confía en las capacidades personales nadie puede detener a un ser humano en el logro de su sueño. Cuando el ser humano entiende que no tiene el control de todas las circunstancias del universo, y tiene alojado en su ser la fe que le permite pensar que todo funcionará, porque ha puesto el esfuerzo, precauciones y conocimientos, deja de lado el miedo y le da sentido a lo afirmado por el Escritor, poeta y filósofo español Miguel de Unamuno, “El que tiene fe en sí mismo no necesita que los demás crean en él”.

Hildemaro Infante