LIDERANDO EN TIEMPOS COMPLEJOS
Las empresas, organizaciones y algunas entidades educativas se han apropiado de un término utilizado por el ejército de Estados Unidos, posterior a la guerra fría, para definir el escenario en situaciones de constante cambio. Hablamos del entorno VUCA (por sus siglas en inglés) significa Volatilidad (volatility), Incertidumbre (uncertainty), Complejidad (complexity) y Ambigüedad (ambiguity). La aceptación de un entorno VUCA permite a las empresas, cuyos ámbitos de trabajo están en constante fluctuación por factores externos, estar mejor preparados. También es sumamente importante aplicarlo cuando situaciones coyunturales afectan el rubro específico o la vida útil de la organización.
El entorno VUCA muestra un periodo en el cual los resultados de las estrategias a aplicar son inciertas, ya sea porque múltiples factores las alteran o bien por la falta de claridad en el actuar de otros actores –y sus grupos- que perjudican de alguna manera a la organización. Este delicado entorno necesita la habilidad de los líderes, en todos los niveles de la estructura, para que la aplicación y efectividad de las directrices sea la mejor, en tal sentido no se trata solo de un cambio en las políticas internas, estrategia empresarial o de planes/metas, sino de la parte que mueve el andamiaje y no siempre es tomada en consideración durante estos momentos, acá hago alusión a los colaboradores.
“CONDUCE E INSPIRA A LA GENTE Y NO TRATES DE MANEJAR Y MANIPULAR A LAS PERSONAS. LOS INVENTARIOS PUEDEN SER MANEJADOS, PERO LAS PERSONAS DEBEN SER LÍDERES” Ross Perot
Para cumplir con la labor de liderazgo en estas circunstancias, la persona encargada puede tener en consideración:
- Autocontrol: los rápidos cambios en el entorno social y laboral pueden afectar también a nivel personal y esos sentires exteriorizarse de una manera poco adecuada en diferentes espacios. Es bueno en este caso que se tomen unos minutos al día para reflexionar sobre cómo se siente uno o bien canalizar la energía en actividades que sean de agrado, incluso es posible realizar actividades con el equipo de trabajo (sesiones de coaching, actividades deportivas, convivios, etc.) a fin de mejorar las relaciones y utilizar el espacio a manera de catarsis.
- Empatía: esto es un elemento de la comunicación que en periodos regulares y sobre todo de incertidumbre general es preciso desarrollar ya que cada quien vive los momentos de diferente manera y se debe comprender cada caso por separado. Igualmente se trata de una empatía colectiva, es decir, con las preocupaciones y aspiraciones del equipo.
- Actitud positiva y propositiva: en condiciones adversas la actitud positiva no indica pasar desentonando con el sentir del colectivo , ni aparentar que todo se encuentra en orden y mucho menos ignorar las circunstancias, sino influir para cortar esa densidad que de momentos se asienta en los centros laborales por los temas de preocupación general. Mientras que el aspecto propositivo conlleva a evaluar y analizar al equipo para tomar acciones que impacten eficazmente en la actitud del mismo por muy compleja que sea la situación.
- Liderazgo consultivo: este estilo de liderazgo apoya la sobrevivencia de la empresa y del equipo ya que las decisiones, en momentos ambiguos, son tomadas con el aval de las partes interesadas o expertas, el aval -en estas condiciones- más que un tema de “poder” se debe ver como el consentimiento y apoyo de los colaboradores ante una decisión, misma que puede crear mayor unidad y sentimiento de pertenencia a la organización. Queda aclarar que algunas decisiones directivas por la naturaleza de las mismas no siempre serán “avaladas”, pero el solo hecho de consultar y escuchar opiniones apoya que el posible efecto negativo de la misma sea menor.
“EL LIDERAZGO NO SE TRATA DE TÍTULOS, POSICIONES O DIAGRAMAS DE FLUJO, SINO DE UNA VIDA QUE INFLUYE SOBRE OTRA” John C. Maxwell
La anterior es una lista reducida de habilidades y actitudes incluyentes entre sí, que pueden lograr un equilibrio básico en el equipo durante situaciones vertiginosas. Pese a ello, no se debe limitar a estas prácticas ya que cada empresa y situación tiene sus particularidades, lo primordial es entender y trabajar desde el nivel humano -individual/colectivo- para impactar adecuadamente en las labores del presente y a futuro de la organización, especialmente durante los tiempos nebulosos que se transiten.