La creciente complejidad de las organizaciones, la dinámica de los mercados, mundos cada vez más conectados así como una mayor consciencia de interdependencia, entre otros aspectos, invitan a las organizaciones a repensar la forma de organizarse y la manera de dar respuesta a las preguntas; así como a generar nuevas interrogantes sobre cómo se gestiona, cómo se aprende, cómo se desarrolla y cómo se lidera.
Actualmente, el liderazgo ha sido replanteado, y la gestión de equipos de liderazgo emerge no solo como un recurso, sino como un imperativo para lograr los resultados, innovarse y modificar la industria misma.